Lo que dispersó la Aurora
Lo que dispersó la Aurora
Título: Lo que dispersó la Aurora
Autora: Safo
Traducción y antologador: Pedro Vicuña
Editorial: Lom Ediciones
ISBN: 9789560017871
Año de publicación: 2024
17 x 24 cm
140 Páginas
Descripción:
La poesía de Safo fue más allá de las barreras de su isla natal, convirtiéndose en referencia de la literatura griega arcaica y ocupando un lugar relevante en el desarrollo de la lírica de la época. En su escritura, Safo no nos habla desde la racionalidad o de los procesos internos de la conciencia, sino que su poesía hace aflorar su delicada y profunda percepción sensitiva del mundo, de las personas y de las cosas que le rodean. A través de ese lenguaje sensual, nos habla de la soledad, el deseo y la pasión, de lo que mueve su emoción, y que son algunas de las cosas que habitan el universo interior del ser humano.
…y también mientras ríes deseosa; eso
hizo saltar mi corazón dentro del pecho;
porque si te miro a ti un instante,
no me es posible hablar
mi lengua se hace trizas en silencio, un fuego
sutil me corre por debajo de la piel,
con los ojos nada veo, me zumban
los oídos…
«Safo, sin aspavientos, con una simpleza que parece esconder su profundidad, nos conduce, la primera en Occidente, a reunirnos con nuestros propios cuerpos y nuestras propias sensaciones; nos confirma y reafirma en ese gran descubrimiento del pensamiento griego que es el individuo activo e independiente, el que desde su unicidad busca relacionarse de igual a igual con los otros que habitan su propia ciudad», nos dice Vicuña.
DE LA AUTORA
SAFO (650 / 610 a. C. - 580 a. C.)
Es la poeta lírica más importante de la antigüedad de la que tengamos noticia en la historia de la literatura occidental, también conocida como Safo de Lesbos o Safo de Mitilene. Platón la definió como la décima musa.
Poco sabemos de su vida, la que está rodeada de una atmósfera legendaria y misteriosa, nos señala el traductor de la obra, y agrega: «Los datos, las señales de su vida que han llegado hasta nosotros, se revelan confusos, diversos, escasos; muchos de ellos atravesados por consideraciones de orden moral, leyendas, incertezas y valoraciones que van más allá de su calidad de poeta. Por otra parte, también, al mismo tiempo, su nombre está rodeado de un halo luminoso, porque en su palabra, en su poesía, en la cadencia sensual de su verso, se devela un universo interno que nos hace pensar en el gran descubrimiento del individuo que se opera, por aquellos años, en el devenir del pensamiento griego. En realidad, como refiere Marion Giebel, Safo es “la gran conocida desconocida de la literatura universal”».